El concepto de la “casa grande” ha sido transmitido por generaciones como una especie de símbolo definitivo de éxito y estabilidad. Sin embargo, el Siglo XXI está dando paso a una nueva visión en la que el exceso de espacio es negativo, y atenta contra la eficiencia y el bienestar. Alrededor del globo, la mezcla de ingenio y habilidad ha ayudado a crear algunas de las casas más pequeñas del mundo, en las que sus habitantes están mucho más cómodos de lo que aparentan.
Quienes escogen la opción de vivir en una casa con poco espacio por voluntad propia, casi siempre se desbordan en elogios y dicen que sólo se arrepienten por no haber tomado antes la decisión. Otros lo hacen porque no tienen remedio.
¿Qué hay detrás de la selección de propiedades pequeñas?
MANTENIMIENTO
Si la casa es más pequeña, no sólo será más fácil de limpiar, sino también más económica en cuanto al pago de electricidad y agua, entre otras cosas. Además son más simples para arreglar y cualquier detalle que le pongas, se notará porque no se pierde en un espacio grande.
ECONOMÍA
En la mayoría de los casos, el costo de una vivienda tiene una relación directa con el espacio. A mayor cantidad de metros cuadrados de construcción, más cara será la propiedad. Por lo tanto, las más pequeñas tienden a ser más económicas aunque además del tamaño hay otros factores que intervienen en su precio, como detalles de lujo en su construcción y localización dentro de una comunidad, por ejemplo, si están frente a lagos o a la playa, tienen zona de conservación, tamaño del terreno y el piso donde están el caso de los edificios.
PRACTICIDAD
Lo práctico se impone en la actualidad. Ya pasó la época de querer tener una casa enorme solo por la idea romántica de que mientras más grande es mejor. Ahora hay una vuelta a lo funcional y el pensamiento de los consumidores es “quiero tener lo que realmente me hace falta”. A las estelas de la recesión, que ha dejado a muchos sin empleo, también se suman los altos costos de mantener una vivienda grande, cuando como mencionamos, los consumidores parecen haber aprendido la lección.
UBICACIÓN
Nadie duda de las bondades de vivir en el centro de las ciudades, pero tampoco nadie duda de los altos precios. Estar en el medio de la acción y tener todo a unos pasos de tu casa, cuesta, así que si eso es lo que buscas, tendrás que sacrificar espacio. Por lo regular encontrarás edificios, muy pocas casas individuales, y aun así con apartamentos bastante pequeños, algunos de ellos tipo loft o monoambientes, con pocas divisiones. No es casualidad que veas viviendo en estos centros urbanos o en ciertas zonas históricas, muchos profesionales jóvenes solteros o parejas sin hijos. El espacio no da para vivir mucha gente, aun cuando se pague mucho dinero.
NIDO VACÍO
Cuando se tiene hijos creciendo, nada mejor que tengan espacio para estar a sus anchas. Incluso es algo saludable para la pareja poder tener un salón de trabajo separado del de los niños y que éstos tengan un cuarto de juego. ¡El mundo ideal! Pero cuando se van la casa se nos queda vacía y los cuartos desocupados además de costosos pueden ser hasta deprimentes. Ese es el momento de volver a empezar y disfrutar de esa nueva etapa practicando un hobby, paseando o pasando temporadas fuera si tu presupuesto lo permite. Una casa con el espacio que necesites, será determinante en tu nuevo estilo de vida.
VIVIR SOLO
Las circunstancias que te llevan a vivir solo varían desde las traumáticas, como viudez o divorcio hasta motivos de celebración, como graduarte de universidad y tener un buen empleo. En todas esas situaciones tener una casa pequeña cumplirá perfectamente el cometido, para personas de distintos rango de edad desde los muy jóvenes hasta los más “seniors”. Incluso para los primeros compradores es recomendable que compren una vivienda pequeña, paguen una hipoteca módica y con el tiempo compren una casa más grande, según van cambiando las necesidades y mejora el presupuesto.